A partir de los 25 años comienzan a percibirse en la superficie de la piel unas “arruguitas”. A medida que se envejece, los procesos de la piel se atenúan y la estructura se debilita. Se inicia la reducción de sustancias que mantienen la piel firme y lisa. Esto se debe a la combinación de los efectos de los procesos de envejecimiento internos del organismo y los factores externos.
¿Qué son las arrugas?
Unos de los primeros signos más perceptibles del envejecimiento son las arrugas, que se vuelven más profundas con el transcurso del tiempo.
A medida que envejecemos se produce una reducción de las sustancias que mantienen nuestra piel lisa. Entre estas destacan el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico que contribuyen a formar el bloque de construcción que estructura la piel, permitiendo que esta aparezca firme y uniforme.
En el transcurso del tiempo,el proceso de envejecimiento interno, predeterminado por nuestros genes, conjuntamente con el estrés oxidativo de origen externo, por ejemplo, a través de la exposición a la luz solar, comienza a afectar a la apariencia de la piel.
¿Cuáles son los síntomas de las arrugas?
Las arrugas son fácilmente reconocibles, dado que aparecen como líneas o surcos bien diferenciados en la cara.
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En la frente son líneas horizontales se deben en parte a expresiones faciales.
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En los ángulos externos del ojo aparecen líneas finas que se van intensificando con el paso del tiempo. “ Patas de gallo” La piel en esta zona es más fina y propensa a arrugarse.
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Entre la nariz y la boca aparecen arrugas más profundas y verticales llamadas pliegues nasolabiales.
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En toda la cara aparecen finas líneas en el transcurso del tiempo. No están influidas por la expresión facial y siempre son visibles.
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Una reducción de la elasticidad y la densidad de la piel contribuyen a su aparición.
¿Qué causa las arrugas?
Existen factores internos y externos que pueden acelerar su desarrollo.
La exposición al sol por ejemplo. Una piel desprotegida y expuesta al sol de forma prolongada y repetida causa daños al colágeno dando como resultado una estructura menos elástica y debilitada que se arruga más fácilmente.
El tabaquismo desencadena la agresión oxidativa dañando la estructura cutánea, la química de los cigarrillos dañan al colágeno y la elastina, causando arrugas.
La sequedad inducida por la edad disminuye la actividad en la función cutánea. La piel se vuelve seca y áspera, también puede ir acompañada de picor. Esta situación cutánea es más propensa a arrugarse.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de las arrugas?
La formación de arrugas es inevitable. La mejores formas de prevenirlas es incluyendo ciertos cuidados en nuestra vida por ejemplo: protección en la exposición solar, reducir el estrés, una alimentación e hidratación saludables y tratamientos antiarrugas.
Tratamientos y cuidados que nos aporten hidratación, luminosidad y firmeza.